BOSQUE DE MUNIELLOS Este bosque asturiano, que parece salir de un cuento de hadas, es uno de los
robledales más extensos de España.
Cómo llegar
Desde Oviedo se toma la N-634 hacia Grado y Cornellana. Antes de Cornellana se coge la AS-15 a Belmonte de Miranda, que lleva a Cangas del Narcea. En Ventanueva, la AS-211 conduce a Moal, donde
una pista lleva hasta Tablizas.
Actividades por la zona
Requisitos para visitar Muniellos. Las visitas a la reserva están rigurosamente controladas. Sólo se admiten 20 visitantes diarios, lo que hace necesario solicitar con antelación
el permiso a la Consejería de Medio Ambiente.
Turismo activo. Los descensos por el Narcea suelen hacerse en el curso alto del río, y entre mayo y octubre, cuando el caudal y la meteorología acompañan. El Narcea es un río más
bravo que el famoso y vecino Sella y está menos masificado. El descenso clásico ofertado por las empresas de turismo activo es de 12 kilómetros y dura unas cuatro horas. Para la práctica de
descenso en canoas por el Narcea, senderismo o paseos a caballo, se puede contactar con Narceaventura. Tel. 985 813 406.
Monasterio de Corias.<7b> Se trata de un conjunto monástico neoclásico, a 2 km de Cangas del Narcea, compuesto por un gran rectángulo de 71 metros de fachada por 104 de fondo. Tanto
por sus dimensiones como por su excelencia ha sido calificado como «el Escorial asturiano» o «escorialín». Hay que concertar la visita, Tel. 985 810 150.
Datos de interés
Cuándo ir. El paisaje de Muniellos es fantástico en cualquier época del año, pero es en otoño y en primavera cuando luce sus mejores galas. Con el fin del
verano, robles, hayas y abedules se tiñen de amarillo, rojo y ocre dando lugar a un espectáculo visual impresionante. En primavera, en cambio, el agua es la protagonista de este lugar
privilegiado.
Alojamiento
En Muniellos está prohibida la acampada, pero en los alrededores del bosque hay una gran oferta de casas de turismo rural donde alojarse. Se puede consultar la Federación Asturiana de
Asociaciones de Turismo Rural. www.asturiasrural.com
Los pueblos de los alrededores
San Antolín.En esta población se mezcla la modernidad con el sabor añejo de sus barrios tradicionales. Es un buen punto de partida para recorrer el monte de Ibias y visitar las
pallozas.
Cangas del Narcea. La capital del concejo es famosa por el monasterio de Corias. Merece la pena dar un paseo por la calle Mayor de la localidad donde se sitúa el palacio de
Peñalba y el de los Omaña.
Degaña. Este pequeño pueblo alberga varias pallozas y otras construcciones interesantes como la casa del Capellán, la casa Sebastián o el Ayuntamiento.
Puerto de Leitariegos. El Cuetu D'Arbás de 2.007 m ofrece impresionantes vistas. En invierno es un buen lugar para la práctica del esquí.
Más información
Consejería de Medio Ambiente, Tel. 985 105 545. Fundación Oso de Asturias, Tel. 985 963 060. Oficina de Turismo de Cangas del Narcea, Tel. 985 811 721.
Ver situaciòn
LOS OSCOS
LOS OSCOS ¿Cómo era la vida en Asturias hace dos siglos? Para saberlo basta coger el coche, poner rumbo hacia el occidente del Principado y llegar a la comarca de los Oscos, colindante con las tierras gallegas de Lugo y formada por tres concejos –Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y San Martín de Oscos– con un marcado sabor añejo.
Cómo llegar
Desde Oviedo, por la N-634 hasta Viña, donde se enlaza con la N-642 hacia Vegadeo. Aquí nace la AS-11, que conduce hasta Villanueva y San Martín de Oscos.
Alojamiento
La comarca cuenta con una excelente infraestructura de turismo rural y casas de aldea tradicionales, restauradas como hoteles. Infoasturias, Tel. 902 300 202. La red Casonas asturianas ofrece alojamineto de calidad, Tel. 902 300 802.
Gastronomía tradicional
El lacón con cachelos (patatas gallegas), el botelo (costillas de cerdo adobadas) y el caldo (verduras, fabes, morcilla y chorizo) son algunos de los platos más típicos. Como postres, las filloas dulces, el arroz con leche y el queso cremoso propio de los Oscos. La sidra es la bebida que mejor acompaña las comidas.
Cinco visitas imprescindibles
Morlongo. Una aldea cuyos hórreos con techos de paja, o teitos, son el mejor conjunto de este tipo que hay en la comarca.
Villanueva de Oscos. Su monasterio de Santa María es buen ejemplo de arquitectura cisterciense.
Santa Eulalia. A un kilómetro, en Ferreirela, está la casa-museo del marqués de Sargadelos.
Mazo de Mazonovo. Un museo etnográfico que ilustra el funcionamiento de una ferrería antigua.
Palacio de Mon. En el concejo de San Martín, es un magnífico edificio del barroco asturiano.
Más información
En el Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos. Tel. 985 626 032.
PARQUE NATURAL DE REDES
Redes fue declarado Parque Natural en 1.996 y se encuentra enclavado en el sector de la montaña centro-oriental, ocupando la totalidad de los concejos de Caso y Sobrescobio y con una extensión global de 377,36 km2, de los cuales 307,94 km2 corresponden al primero y 69,42 km2 al segundo. El Parque limita con los concejos de Piloña, al norte, Ponga, al este, Laviana, al oeste, Aller al suroeste, y la Comunidad de Castilla y León, al sureste. La mayor parte del territorio queda enmarcado en la cuenca hidrográfica del Nalón, teniendo como cota mínima los 400 m y como máxima los 2.104 m del pico Torres.
La riqueza ambiental del Parque de Redes se manifiesta en una multitud de paisajes y contrastes. Pueden observarse formaciones de origen glaciar, como morrenas o circos, formas kársticas en cuevas y lapiaces; amplios campos de pasto, montes y frondosas masas boscosas. Redes cuenta con una superficie arbolada que ocupa el 40% del territorio. Destacan cumbres como el Picu Torres, el Retriñón, la Peña'l Vientu, Cantu l'Osu o el Tiatordos.
La acción de los ríos ha dado lugar a la aparición de valles abiertos que forman grandes vegas en sus fondos o a los impresionantes desfiladeros de roca caliza, como el río Alba o el de los Arrudos.
Las Vegas de Redes son de impresionante belleza. Aislada por los contrafuertes montañosos, a 1.215 metros, se encuentra la vega de Brañagallones, donde el antiguo albergue de cazadores se ha convertido en un hotel.
Por el Parque de Redes pasean todas las especies características del norte peninsular. El oso pardo, que merodea desde Peloño. El lobo abunda por todo Redes, con zonas estables de cría. Encontramos también las mayores poblaciones de rebecos en la región y ciervos reintroducidos y perfectamente adaptados. El fastuoso urogallo, alimoches, águilas reales y un sin fin de aves; reptiles y anfibios se benefician del estado de conservación del parque.
El hayedo es la formación vegetal dominante en los montes de Redes, aunque estos albergan importantes manchas de roble albar. Sus bosques, fragmentados por áreas de pasto y matorral, son los más destacados de las cuencas altas de los ríos Nalón.
El hayuco, nutritivo fruto de las hayas, forma parte de la alimentación de la preciada fauna del Parque de Redes. Salteados por todo el territorio, surgen fresnos, tejos, abedules o acebos. En la alta montaña se desarrollan los matorrales de enebro rastrero, con gayuba en las peñas calcáreas y con brecina y aránda
Parque
Natural de Las Ubiñas - La Mesa
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El ámbito del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa se localiza en el
sector meridional de Asturias y está integrado por terrenos de los concejos de Teverga, Quirós y Lena. Limita al sur con la provincia de León, al oeste con el Parque Natural de Somiedo y
al norte con los concejos de Belmonte de Miranda, Grado y Proaza. En concreto está constituido por la totalidad del concejo de Teverga, parte del cual ya aparecía en el PORNA como área integrante del Parque Natural de Somiedo; además de la zona denominada en el PORNA como
Paisaje Protegido de Peña Ubiña (suroccidente de Lena y zona meridional de Quirós), así como gran parte de los terrenos de Quirós incluidos en la Reserva Regional de Caza de Somiedo. Las principales vías de acceso al Parque son la autopista A - 66 y la carretera nacional N - 630, que comunican Oviedo con la capital del concejo de Lena, así como la carretera regional AS - 228 que, desde Avilés y atravesando toda la zona centro de la región, alcanza el Puerto de Ventana en el concejo de Teverga. A Bárzana, capital de Quirós y puerta de entrada al área central del Parque, se accede por la carretera regional AS - 229, tanto desde Pola de Lena, por el Alto de la Cobertoria, como desde el cruce con la AS - 228, por el embalse de Valdemurio. La red viaria del Parque se completa con carreteras de menor orden que arrancan desde las capitales de concejo, dando servicio a los diferentes valles en que se organiza el territorio. |
Se trata de un territorio de montaña caracterizado por un relieve de
fuertes contrastes cuyas altitudes van progresando de norte a sur, encontrándose las más elevadas en el límite con León. En los concejos de Lena y Quirós se localiza el macizo de Peña
Ubiña, el segundo macizo montañoso más alto de la región tras los Picos de Europa, con altitudes superiores a los 2.400 m (Picos del Fontán y Peña Ubiña con 2.417 m) y que se proponga
hacia el norte hasta los Huertos del Diablo, con picos que superan los 2.100 m. En el concejo de Lena, en el extremo meridional del Parque, se encuentran además los picos Tres Concejos y
Cellón (con 2.020 y 2.029 m de altitud respectivamente). En el límite administrativo con Somiedo se alza el cordal de La Mesa, con 1.830 m en el Alto de la Cugurza y 1.830 m en Peña
Negra, y al norte de éste las Sierras del Michu y la Sierra Verde. En la zona norte del Parque, en la división administrativa entre Quirós y Teverga, se encuentra el extremo meridional de
la Sierra de La Sobia, siendo sus cumbres más importantes el Pico Barriscal (1.663 m) y el Pico Vallina (1.605 m). |
Los ríos que recorren este área pertenecen a la cuenca del Nalón-Narcea.
En la zona de Teverga las aguas discurren en tres valles principales: el del río Taja, el del río Valdecarzana y el del río Val de Sampedro o río Páramo. Es de destacar el interesante
desfiladero de origen kárstico formado por el río Val de Sampedro desde la localidad de Fresnedo hasta la de Páramo, en el que se sitúa la cavidad kárstica de Cueva Huerta, declarada como Monumento Natural. En el territorio perteneciente al concejo de
Quirós las aguas fluyen por dos corrientes principales, el río Lindes y el río Ricao, que nacen en los Puertos de Agüeria. En cuanto a los ríos lenenses, en el Parque se enmarcan las
cabeceras del río Huerna y del río Pajares. Las principales vías de comunicación y los núcleos de población se distribuyen fundamentalmente en torno a los principales valles fluviales. Las capitales de Teverga y Quirós, La Plaza y Bárzana respectivamente, son los núcleos más importantes. Las características de este poblamiento no difieren en gran medida de las del resto de la montaña asturiana. Se trata de un espacio rural cuyo paisaje ha sido definido durante siglos por una explotación de los recursos basada mayoritariamente en la ganadería, en la que los pastos montanos han sido utilizados de modo extensivo mediante un sistema trashumante estacional. La evolución poblacional en el último medio siglo ha seguido una clara tendencia negativa, disminuyendo tanto los efectivos como las tasas de natalidad. Este fenómeno, especialmente intenso en las zonas más altas y con condiciones de vida más duras, ha conducido hacia una población mermada y envejecida. En la actualidad la actividad económica mayoritaria sigue siendo la ganadería basada en la explotación de vacuno, en su mayor parte de la raza Asturiana de los Valles, utilizando un aprovechamiento forrajero del medio con desplazamientos en altura. Dado que una gran parte de las explotaciones se encuentran regentadas por jubilados, una parte importante de la economía familiar la constituyen las pensiones. De modo general las características que definen los valores ambientales de esta zona son la diversidad y el buen estado de conservación. En este sentido, destaca que en el territorio del Parque se conserven ejemplos de más de la mitad de las series de vegetación existentes en la provincia, estando más de un tercio de su superficie ocupada por bosques maduros, entre los que el hayedo es dominante. La calidad ambiental de dichos hábitats hace posible que en este espacio habite un elevado número de especies, entre las cuales se hallan los taxones más representativos de la fauna cantábrica: el oso pardo, el urogallo cantábrico o el águila real. El patrimonio arqueológico y etnográfico, así como el mantenimiento de los usos tradicionales de la tierra, constituyen valores añadidos a los ya mencionados elementos naturales. |
Desde el punto de vista geológico, el entorno de Las Ubiñas - La Mesa se
enmarca en la Zona Cantábrica del Macizo Asturiano. En concreto abarca parte de dos de las cinco regiones en que se divide la Zona Cantábrica, según criterios estructurales y
estratigráficos: Región de Pliegues y Mantos y Cuenca Carbonífera Central. La primera se caracteriza por la presencia de una sucesión con alternancia de formaciones calcáreas y
silicoclásticas, mientras que en la segunda afloran principalmente rocas de edad carbonífera de naturaleza siliciclástica y ocasionalmente carbonatada. El sustrato geológico de esta zona está constituido exclusivamente por formaciones paleozoicas, con edades que van desde el Cámbrico inferior al Carbonífero superior, presentando una fuerte alternancia de tipos litológicos de naturaleza predominantemente calcárea y mixta. La actual estructura de los materiales litológicos responde a la acción sucesiva de las orogenias hercínica y alpina, retocada posteriormente por los agentes erosivos fluvial, glaciar y kárstico. Los rasgos estructurales de esta zona vienen dados por la presencia de abundantes cabalgamientos, que se presentan en forma de sistemas imbricados entre los que destacan varios mantos de despegue mayores, que implican la superposición de materiales cámbricos sobre rocas paleozoicas mucho más modernas. |
Estas estructuras fueron originadas principalmente durante el
Carbonífero, condicionando tanto la geometría como la evolución de las cuencas sedimentarias y, en consecuencia, las sucesiones estratigráficas del sistema. El área correspondiente a la Región de Pliegues y Mantos se caracteriza por la existencia de cabalgamientos y pliegues asociados cuyas trazas axiales se disponen generalmente subparalelas a los mismos, afectándolos en algunos casos. Mientras que el extremo noreste del Parque, correspondiente a la Cuenca Carbonífera Central, es cabalgada por la anterior y en ella predominan los pliegues con trazas axiales de dirección norte - sur. Las formaciones superficiales dependen de la litología del sustrato y del tipo de proceso que las generó. Su origen generalmente está en el desmantelamiento del relieve Alpino por la actuación de diversos agentes geológicos durante el Cuaternario, manteniéndose muchos de los mismos activos en la actualidad. En el ámbito geográfico que nos ocupa aparecen diversos tipos de modo disperso. Sobre las calizas y cuarcitas, rocas de mayor dureza, predominan las formaciones clásticas sin matriz o con escasa matriz, correspondientes a canchales y derrubios fundamentalmente. Sobre pizarras y areniscas predominan las formaciones clásticas silíceas con abundante matriz, que se corresponden frecuentemente con coluviones y grandes movimientos en masa. |
Fitogeográficamente Asturias se encuentra situada en la Región
Eurosiberiana, Superprovincia Atlántica, dividiéndose en dos provincias: la Orocantábrica y la Cantabroatlántica. El entorno de Las Ubiñas - La Mesa se engloba en su totalidad en la
provincia Orocantábrica, sector Ubiñense - Picoeuropeano, subsector Ubiñense. La vegetación del Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa destaca por su diversidad y su buen estado de conservación. La primera de sus cualidades queda patente en el hecho de que en este territorio se encuentran representadas un elevado porcentaje de las series de vegetación existentes en Asturias. Tal variedad vegetal viene dada por una conjunción de factores, tales como su complejidad orográfica, la variedad de sustratos litológicos que presenta o los diversos usos del territorio por parte del hombre. El fuerte relieve del entorno determina la existencia de cinturas altitudinales con termoclimas bien diferenciados y cubiertas vegetales características, que constituyen los llamados pisos bioclimáticos. Se pueden distinguir tres: las áreas colinas (en los valles, en altitudes inferiores a los 700 m de altura), áreas montanas (hasta alta los 1.700 - 1.800 m de altura) y por encima de éstas, las subalpinas. El hecho de que gran parte de su superficie se corresponda con bosques maduros constituye un buen indicador del estado de conservación de sus comunidades vegetales. |
En el ámbito de Las Ubiñas - La Mesa un tercio de la superficie total se
encuentra ocupada por bosques maduros, entre los que se diferencian al menos ocho tipos. Sin duda, el hayedo es el tipo de formación boscosa predominante, ya que constituye el sesenta y
cinco por ciento del terreno arbolado. De modo general éste se encuentra dominado por el haya (Fagus sylvatica), caracterizándose por poseer un estrato arbustivo poco denso y un
abundante estrato herbáceo. Tienden a ocupar laderas orientadas a umbría y, en función del tipo de sustrato sobre el que se desarrollen, se diferencia entre hayedos eútrofos y
oligótrofos. Tras los hayedos las formaciones boscosas mejor representadas son los rebollares oligótrofos, los bosques oligótrofos con roble albar y abedul y los abedulares orocantábricos altimontanos. Suponiendo cada tipo aproximadamente una décima parte de los bosques maduros de este área. Los rebollares oligótrofos se desarrollan en zonas colinas y montanas sobre sustratos silíceos y condiciones de considerable xericidad. Se encuentran dominados por el rebollo (Quercus pyrenaica), aunque también presentan especies como el roble albar (Quercus petraea), el roble rosado (Quercus x rosacea), el carbayo (Quercus robur) o el abedul (Betula celtiberica). Los bosques oligótrofos con roble albar y abedul presentan dos variantes, por un lado los robledales albares con un estrato herbáceo dominado por la gramínea Luzula henriquesii y con presencia de haya y por otro, los robledares albares oligótrofos xerófilos con presencia de otros robles como el roble rosado o el rebollo. Estos dos tipos poseen requerimientos ecológicos diferentes, desarrollándose los primeros en zonas muy umbrías y húmedas y los segundos en zonas más soleadas y secas. Por encima del óptimo de distribución de los hayedos, los abedules constituyen un tipo de bosque mucho más aclarado y que, por tanto, permite el desarrollo de un sotobosque con arbustos y matas muy abundantes. Estos abedulares orocantábricos altimontanos constituyen el límite superior de la vegetación en las umbrías silíceas y en ellos es muy frecuente la presencia de otras especies como el tejo (Taxus baccata), incluido en el Catálogo Regional de Flora Amenazada como especie de interés especial, el haya o el roble albar. Las formaciones arbóreas típicas de las áreas colinas ocupan un pequeño porcentaje de terreno, dado que este piso bioclimático se encuentra escasamente representado en el área que nos ocupa. No obstante, existen ejemplos de bosques mixtos eútrofos con roble albar y fresno, bosques mixtos oligótrofos con fresno y arce, así como de bosques ribereños tales como alisedas y fresnedas con arce. Entre los prebosques destaca la presencia de acebedas con abedul, especialmente en los Puertos de Agüeria, desarrolladas sobre suelos profundos con pendientes suaves, como resultado de la sustitución de masas forestales debido a la presión ganadera, que de modo ancestral viene soportando esta zona. Éstas constituyen formaciones de notoria singularidad que además del acebo (Ilex aquifolium), incluido en el Catálogo Regional de Flora Amenazada como especie de interés especial, cuentan con especies arbóreas tales como el abedul o el tejo. Así mismo, como etapas previas del asentamiento de hayedos eútrofos y bosques mixtos eútrofos con roble albar y fresno se pueden encontrar, sobre suelos eútrofos, los bosques jóvenes con arce y fresno. Mientras que en suelos oligótrofos se desarrollan bosques jóvenes con abedul, constituyendo etapas inmaduras de robledales albares oligótrofos y hayedos. De modo general, las formaciones arbustivas y los matorrales de los pisos colino y montano constituyen etapas de degradación de formaciones boscosas o fases previas al asentamiento de las mismas. Sin embargo, los matorrales asentados en el piso subalpino constituyen formaciones permanentes dominadas por el enebro rastrero (Juniperus communis ssp. alpina), acompañado por otros elementos como la gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) y la laureola (Daphne laureola). La importancia de la ganadería en la economía local queda patente en el hecho de que una cuarta parte del territorio de Las Ubiñas - La Mesa se encuentre cubierto por prados y pastos. El tipo de explotación de los recursos forrajeros del entorno se lleva a cabo mediante un sistema de trashumancia estacional, con aprovechamiento estival de los pastizales de las zonas altas mediante el pastoreo y un mantenimiento de los prados, localizados en las zonas colinas y montanas, mediante siega. Son precisamente este tipo de aprovechamientos los que permiten que las diversas comunidades especificas de estas formaciones se mantengan. En los abundantes pastizales de este área se conservan poblaciones de cuatro taxones incluidos en el Catalogo Regional de Flora Amenazada: la centaurea de Somiedo (Centaurium somedanum), como especie sensible a la alteración de su hábitat y el narciso de Asturias (Narcissus asturiensis), el narciso de trompeta (Narcissus pseudonarcissus L. ssp. nobilis) y la genciana (Gentiana lutea ssp. lutea), como especies de interés especial.. |
En aquellas áreas en las que los suelos se encuentran poco evolucionados,
desarrollados sobre afloramientos y depósitos rocosos de diversos tipos, medran complejos de vegetación rupícola constituidos por comunidades vegetales altamente específicas entre las que
se encuentran las comunidades de vegetación casmofítica y las gleras. En los territorios subalpinos se desarrollan los denominados complejos de vegetación de alta montaña, que constituyen un tipo de comunidades altamente especializadas. En el entorno de Las Ubiñas - La Mesa estas zonas de elevada altitud se encuentran muy bien representados, concentrándose en el macizo calcáreo de Peña Ubiña, Peña Rueda y Huertos del Diablo. Este tipo de comunidades poseen, por tanto, un elevado valor, tanto por su composición específica como por suponer un porcentaje importante de las presentes en la totalidad de la región. Pese a que suponen un pequeño porcentaje de la superficie total del del Parque Natural, dado su gran valor ecológico son de destacar los complejos de vegetación dulceacuícola, categoría en la que se engloban las comunidades asociadas a turberas, charcas y lagunas. Entre las turberas destacan las asociadas al lago El Tchegu en Lena, en la que se tiene constancia de la presencia de dos especies incluidas en el Catálogo Regional de Flora Amenazada: Triglochin palustris y Equisetum variegatum, catalogadas ambas como vulnerables. Charcas y lagunas constituyen el hábitat de comunidades anfibias formadas por especies adaptadas a vivir con el aparato vegetativo parcial o totalmente sumergido. En el caso de algunas lagunas de las existentes en Lena y Quirós se ha constatado la presencia de Calitriche palustris, especie incluida en el Catálogo Regional de Flora Amenazada como sensible a la alteración de su hábitat. |
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En el futuro Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa, dada su ubicación en
plena Cordillera Cantábrica y el buen estado de conservación de sus amplias masas forestales, constituye un territorio en el que la fauna cantábrica se encuentra bien representada,
albergando especies tales como el oso pardo (Ursus arctos) o el
urogallo cantábrico (Tetrao urogallus). En este entorno habita una buena representación de los mamíferos de la región, tanto de ungulados silvestres, como el jabalí (Sus scrofa), el corzo (Capreolus capreolus), el ciervo o venado (Cervus elaphus) y el rebeco (Rupricapra pyrenaica), de elevado interés cinegético, como de grandes y pequeños mamíferos o micromamíferos. Entre los grandes carnívoros, sin duda la especie más destacada es el oso pardo (Ursus arctos), estando catalogada como especie en peligro de extinción, tanto por el Catálogo Regional de Especies Amenazadas como por el Catálogo Nacional y que encuentra en este área uno de sus últimos refugios. En los cordales montañosos de esta zona habitan varios grupos familiares de lobo (Canis lupus), especie recogida en el PORNA como singular. Casi todos los carnívoros de pequeño y mediano tamaño se encuentran presentes en el entorno que nos ocupa: zorro (Vulpes vulpes), marta (Martes martes), garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta), gato montés (Felis sylvestris), armiño (Mustela erminea) y tejón (Meles meles). Entre ellos cabe resaltar la presencia de dos especies asociadas a cursos de agua de elevada calidad ambiental, por presentar estrictos requerimientos ecológicos: la nutria (Lutra lutra) y el desmán (Galemys pyrenaicus), incluidas en el Catálogo Regional como especie de interés especial y en el PORNA como especie singular, respectivamente. De las veintiséis especies de quirópteros citadas en la región, al menos ocho habitan en este área. Todas ellas se encuentran recogidas en el Catálogo Nacional, siendo el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersi) el único que se incluye en el Catálogo Regional. Cueva Huerta, sistema kárstico declarado como Monumento Natural en el PORNA, constituye, sin duda, un enclave de elevada importancia para este grupo faunístico. La liebre de piornal (Lepus castroviejoi) abunda en praderías y piornales, y es otra de las numerosas especies protegidas que encuentra refugio en el Parque. |
Dado el elevado porcentaje de superficie ocupada por formaciones
boscosas, uno de los grupos de la avifauna con mayores cotas de diversidad y una destacable densidad es el asociado a este tipo de medios. Entre estas aves forestales es de resaltar el
urogallo cantábrico(Tetrao urogallus), especie sensible a la
alteración de su hábitat según el Catálogo Regional de Especies Amenazadas y vulnerable según el Catálogo Nacional, pícidos como el pico mediano (Dendrocopos medius) y el pito negro (Dryocopus martius) y otras especies como el agateador norteño
(Certhia familiaris), todas ellas con estrictos requerimientos ecológicos. Debido a las características del territorio y lo abrupto de su relieve, es destacable la presencia de
especies de montaña como el gorrión alpino (Montifringilla
nivalis), acentor alpino (Prunella collaris), collalba gris (Oenanthe oenanthe), roquero rojo (Monticola saxatilis), bisbita alpino (Anthus
spinoleta), treparriscos (Trichodroma muraria) o la perdiz
pardilla (Perdix perdix). En cuanto a las rapaces, en los cortados calizos de estos cordales se pueden observar individuos de todas las especies incluidas en el Catálogo
Regional de Especies Amenazadas. En este sentido el futuro Parque Natural forma parte del área de distribución centro - occidental del águila real (Aquila chrysaetos) en la provincia y en él anidan también el
alimoche (Neophron percnopterus), el azor (Accipiter gentilis) y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Por último destacar la presencia de rana de San Antón (Hyla arborea) en la zona de los puertos de Agüeria y de rana común o rana verde (Rana perezi) en la zona del puerto de La Cubilla. Ambas especies se incluyen en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. |
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A la vistosidad del paisaje y el buen grado de conservación de los
recursos naturales de Las Ubiñas - La Mesa se añaden sus numerosos valores culturales. Entre éstos destaca su patrimonio arqueológico, dado que cuenta con una de las más ricas estaciones
rupestres del noroeste peninsular, los Abrigos Rupestres de Fresnedo localizados en el entorno del pueblo de Fresnedo, en el concejo de Teverga. Se trata de un conjunto de cinco covachos
con numerosas representaciones pictóricas datadas de la Edad del Bronce - Edad del Hierro. De la época castreña se conservan restos de castros en la Focella y Barrio (Teverga), así como
en La Picona en Ricabo y El Collao (Quirós). Sin duda uno de los elementos representativos de esa zona es el Camino Real de La Mesa, calzada romana que discurría por la cresta de los
cordales que hoy delimitan los concejos de Somiedo y Teverga (Cordal de La Mesa), así como los de Belmonte de Miranda y Grado (Cordal de Porcabezas). Esta vía, quizá tan antigua como los
primeros indígenas astures, comunicaba los principales pueblos romanos de Asturias con los de la Asturica Augusta (Astorga). |
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En los pueblos del entorno se pueden encontrar buenos ejemplos de la
arquitectura tradicional de la montaña asturiana, con viviendas levantadas en mampostería pétrea y corredores de madera, en los que pueden apreciarse trabajos de talla. Junto a estos
núcleos de población asentados en los valles coexistieron, las denominadas brañas, zonas de pasto de verano en áreas de mayor altitud en las que se construían sencillas cabañas de
piedra con cubierta de teja o de escoba (teito), además de los llamados corros o cabanos, construcciones circulares con una falsa cúpula de piedra. En el concejo de
Teverga se conservan algunas de estas brañas con cabanas de teito, como las de Tuiza, El Rebellón, Llamaraxil o Funfría.
Trubia, Teverga, la Colegiata, las
Momias, el Valle del Oso, Puerto de San Lorenzo.
El sábado día 17 de Marzo, Sara,
Marga, Maleni, Valenchu, Kiku y Gelu, realizamos una pequeña excursión por la zona de Trubia, Teverga, la Colegiata, las Momias, el Valle del Oso, Puerto de San Lorenzo, coronada con
una comida del famoso pote de castañas en Casa Jamayo, en Barzana (Quirós). Espectacular. En definitiva, un buen día. A continuación os describimos lo que estuvimos
viendo.
Fábrica Nacional de Cañones de Trubia en 1914 Antes de 1794, las fábricas reales de municiones se encontraban en el País Vasco pero la guerra contra los franceses hizo patente lo inadecuado del emplazamiento dado la cercanía de la frontera con Francia: en el año citado las tres factorías vascas fueron destruidas. Ello llevó al gobierno de Carlos IV a buscar un nueva ubicación eligiendo Trubia por razones estratégicas y por la cercanía de minas para su abastecimiento. Nació entonces la conocida, en aquel tiempo, como Real Fábrica de Municiones y Armas portátiles, especializada en objetos suntuarios y armamento, estableciéndose entre 1794 y 1796. Es el testimonio más temprano de la industrialización asturiana. Posteriormente se abrió la Fábrica de Armas de Oviedo y en 1808 la fábrica de Trubia se convirtió en sucursal de la de Oviedo. La fábrica, en sus primeros tiempos, contaba con unos altos hornos de carbón, talleres, forjas y, dentro del mismo recinto cercado, siguiendo el modelo de fábrica-poblado autosuficiente, las casas de los militares, las viviendas de los obreros con sus huertos y una capilla. De estas construcciones hoy día no quedan restos puesto que fueron destruidas en posteriores reformas. En 1808 cesó su producción ante la entrada en Asturias de las tropas francesas que tenían como uno de sus principales objetivos la devastación de esta fábrica, provocando la huida de muchos militares y obreros. El parón duró hasta 1844. Se ocupó de la reapertura Francisco Antonio Elorza y Aguirre, director de la fábrica hasta 1867, dándole un extraordinario empuje. Diversificó la producción con la elaboración de cañones y piezas de hierro colado, ornamentos y bustos y estatuas. Duplicó el suelo fabril donde levantó unos nuevos altos hornos y talleres. Junto a los desaparecidos talleres de Príncipe Alfonso y de fundición de cañones, se construyó el de Artillería, a finales de la década de los cuarenta del siglo XIX. Éste, de estilo isabelino, destaca por sus grandes arcadas de medio punto y cubierta de chapa de hierro. Se abrió, además, una sala de dibujo y la primera escuela de aprendices de España. Igualmente, Elorza se ocupó de una serie de infraestructuras importantes para el desarrollo de la fábrica: un puente sobre el río Nalón y otro sobre el Trubia y varios caminos carreteros para el abastecimiento de coque y hierro. También se construyeron en este período cuarteles para operarios, pabellones para oficiales, el palacio del director, un cementerio, cantina, paseos arbolados, jardines y plazas y más casas para los obreros, como el grupo de Junigro, que ahora cruzan el río. Sabemos, además, que, en busca de su autoabastecimiento, la fábrica contaba, entre otras cosas, con un taller de ladrillos refractarios para el revestimiento de sus hornos. También tenía un ferrocarril que comunicaba las distintas secciones del recinto y éste con la vía del Ferrocarril del Norte. Con la introducción de nuevas técnicas en la fabricación de artillería, como la metalurgia del acero, se reformaron nuevamente las instalaciones y, en 1900, se levantó un taller de aceros, que destaca por el empleo de cristal y hierro para su construcción, donde se instalaron hornos Siemens. El estallido de la I Guerra Mundial hizo que la fábrica viviese un momento de gran auge productivo que se alargó hasta el año 1919. El aumento de producción trajo consigo una reorganización del espacio: se sacaron fuera del recinto las viviendas y los edificios de servicios y se levantaron nuevos talleres que son los que hoy día continúan en pie. En esta época surgieron nuevos talleres de fragua, de carpintería y de proyectiles así como el edificio administrativo, de planta alargada y con dos plantas, situado en un extremo del recinto y junto a la orilla de la carretera a Oviedo. Se erigieron nuevos chalets y residencias de ingenieros y oficiales además de viviendas para los operarios. Pero, además, la fábrica no sólo se preocupaba por su buen funcionamiento sino que también pensaba en el bienestar de sus trabajadores porque lo que ahora se construyeron la capilla, el casino y un parque. A partir de los años 50 del siglo pasado se inicia un período de crisis con una considerable reducción de la producción. En la actualidad se encarga de la construcción de obuses y blindados para el ejército. [editar] Bibliografía
Escultura «Aprendices de la Fábrica de Armas de Trubia» Ubicación: plaza General Ordóñez (Trubia) Autor: Félix Alonso Arena Año de instalación: 2001 La obra y su autor: La Escuela de Formación Profesional Obrera de Trubia (localidad del concejo o municipio asturiano de Oviedo) fue la primera que se abrió en España. Quedó instalada el 7 de enero de 1950, por iniciativa del director Antonio de Elorza y Aguirre. De Trubia salió durante décadas la base de la industria metalúrgica de Mieres, Langreo y Oviedo, así como expertos de primer orden en cualquier actividad mecánica. El Ayuntamiento de Oviedo quiso reconocer su gran labor, y para ello encargó a Félix Alonso Arena un conjunto escultórico, que se inauguró en julio de 2001. Se trata de una pieza, que pesa 600 kilos y «representa un joven aprendiz limando una pieza sujeta en una mesa de trabajo, en la que se apoya un profesor, ataviado con uniforme militar, que sujeta con su mano izquierda un libro» (Adolfo Casaprima, Escultura pública de Oviedo, edit. Ayuntamiento de Oviedo, 2001). Su autor, Félix Alonso Arena, nace en Villamayor (Piloña — Asturias) en 1931. Inicia sus estudios artísticos de la mano del pintor ovetense Paulino Vicente y, posteriormente, en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo. En 1950 y hasta 1955, estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, gracias a una beca de la Diputación de Oviedo que, posteriormente, en 1957, le volverá a apoyar con una Beca de Mérito, con la que podrá ampliar sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, en la especialidad de Imaginería Polícroma. Félix Alonso fue profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo y, a partir de 1976 y a través de un concurso-oposición, profesor numerario de Modelado de la Esc
uela de Artes Aplicadas de Oviedo, donde llega a desempeñar la cátedra
de esa especialidad. Alonso Arena es uo de los escultores asturianos más sobresalientes de la década de los años treinta, y en el lenguaje elegido, el realismo figurativo, quien mayores
éxitos ha logrado, siendo, en el ámbito del retrato y el monumento público, el gran especialista. Sus obras públicas pueden admirarse en varias localidades asturianas: Cangas de Onís,
Gijón, El Entrego, Oviedo... También presenta un destacado trabajo en el ámbito más privado. Multitud de bustos atestiguan, primero, unas dotes para el dibujo que ya merecieron el
reconocimiento de profesores y compañeros de estudios y, segundo, una técnica y dominio del material y el proceso de fundición que le colocan a la altura de los grandes de la
especialidad. Baste citar como ejemplos los bustos de Paulino Vicente y el realizado al eminente profesor Grande Covián.
FUENTE: Ayuntamiento de Oviedo.
Restaurante Casa Jamallo
La Senda del Oso (Teverga) (Tramo Entrago-Caranga) La Senda del Oso es una ruta de 22 kilómetros que une los pueblos de Tuñón y Entrago, pasando por Villanueva, Proaza y Caranga. Aprovecha el trazado de un antiguo tren que recorría las cuencas mineras de Teverga y Proaza, pero que cayó en desuso y sus vías se vieron cubiertas de maleza y abandono.
Iglesia colegiata de San Pedro de TevergaConsiderada el primer monumento románico asturiano, la impresionante iglesia colegiata de San Pedro de Teverga (Monumento Nacional), enlace entre el prerrománico astur y el románico, se levantó en La Plaza entre 1069 y 1076. Durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna fue una colegiata, cuyos patrones y abades perpetuos fueron los señores de la Casa de Miranda, marqueses de Valdecarzana a partir de 1642, utilizándola, asimismo, como su lugar de enterramiento. Mantiene peculiaridades de raíz asturiana, como el pórtico a los pies y la cabecera recta, conviviendo con otras propiamente románicas: muros de sillería, columnas divisorias de las naves, capiteles y canecillos historiados, arcos e impostas, etc. Se trata de un edificio medieval de planta basilical dividida en tres naves cubiertas con bóveda de cañón, precedido por un espacioso pórtico que sustenta una tribuna. La alterada cabecera es recta y la formaban tres capillas. Tras el ábside está el cementerio, circundado por un muro. Son añadidos posteriores: la dieciochesca torre del antepórtico, un pequeño claustro de 1670, la casa rectoral y otros locales adosados al lado izquierdo. Accesible desde el claustro y la torre, el pórtico, que fue lo primero en construirse, posee muros de sillares bien escuadrados, reforzados con contrafuertes, y tres naves con bóveda de cañón delimitadas por dos arcos formeros apoyados en columnas cuyos capiteles recurren en su decoración a figuras de animales y a motivos vegetales; la tribuna superior, ahora totalmente renovada, descansaba sobre sus bóvedas y estaba estructurada también en tres naves, abriéndose al templo mediante un arco. Tras un breve paréntesis prosiguieron las obras con el añadido de lo que es la iglesia en sí, de tres naves sostenidas por seis columnas, cuatro adosadas y dos exentas como ocurre en el porche, con el que se comunica a través de la nave central. Llama poderosamente la atención la considerable altura de las naves si se compara con la estrechez de las mismas. La tripartita cabecera original se cambió por la actual, barroca. El altar mayor está presidido por un Crucificado románico, de las postrimerías del XII o principios del s. XIII. En los siglos XVII y XVIII a esta iglesia se le incorporó el claustro y la sacristía, donde se ha habilitado un pequeño museo y se guardan tres lienzos de pintores asturianos del XVIII, uno de ellos, el más destacado, es El Niño Jesús Dormido, de Francisco Martínez Bustamante. En las dependencias de la colegiata están depositados los cadáveres embalsamados de Pedro Analso de Miranda, abad de la misma de 1690 a 1720, luego obispo de Teruel, y de su padre, el primer marqués de Valdecarzana. Son las populares «momias» de Teverga.
Informacion: http://www.vivirasturias.com/
PUERTO DE SAN LORENZO
Puerto de San Lorenzo pertenece a la población de Orderias —que cuenta con 27 habitantes y está a una distancia de 13,7 kilómetros de la capital del concejo: Pola de Somiedo— formando parte de la parroquia de Las Morteras en el Concejo de Somiedo del Principado de Asturias.
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